Aprende en 5 minutos porque decir «NO» puede ser la mejor decisión para el crecimiento de tu carrera profesional.
La presión constante para complacer a los clientes es un escollo con el que tanto los fotógrafos como cualquier otro profesional se topan en el desarrollo de su carrera.
La mentalidad de «sí, puedo hacerlo» parece inofensiva y, además, la manera perfecta de «ganarte» al cliente. En realidad, a menudo esta actitud lleva a la frustración, al agotamiento y a proporcionar una calidad de trabajo que no es la que debería ser.
Aprender a decir que «no» cuesta muchos dolores de cabeza y varios arrepentimientos, pero resultará ser un punto de inflexión tanto para tu carrera profesional como para tu vida personal.
Índice de Contenidos
- La Trampa del Sí
- Decir no es bueno, ¿por qué?
- Encontrar el equilibrio entre N0 y Sí
- Conclusiones. ¿Qué sacamos de todo esto?
LA TRAMPA DEL SÍ
Es muy fácil caer en la trampa del «sí», sobre todo por el miedo a perder oportunidades y dinero.
Cuando comienzas tu carrera de fotógrafo, filmmaker, o creativo, conseguir proyectos puede resultar tan difícil y desesperante que no sabes más que hacer. Las ocasiones parecen escasas y, por ende, la idea de rechazar un trabajo suena como una auténtica locura.
Esta presión – porque las facturas a final de mes hay que pagarlas, la cuota de autónomo, el seguro del dron… – te puede llevar a aceptar trabajos que no solo pueden ser difíciles de realizar, sino que posiblemente no se alinean con tus intereses y valores, y los haces, simplemente, porque sí.
En realidad, lo que estás haciendo es crear una red de clientes que te aportan poco valor, arriesgarte a comprometer la calidad de tu trabajo (lo cual puede afectar a tu reputación), llevarte al agotamiento y afectar a tu calidad de vida incluso más allá de la esfera profesional.
Annie Leibovitz ha declarado en varias entrevistas que tuvo que aprender a rechazar proyectos que no le apasionaban, para poder concentrarse en el tipo de trabajo que realmente le inspiraba.
A muchos de nosotros algo así suena muy bonito en teoría, pero el mundo real es otra cosa. Con unos cuantos años ya de carrera en mi mochila y varios «accidentes» por el camino, hoy en día puedo decir que Annie Leibovitz tenía razón.
DECIR NO ES BUENO, ¿POR QUÉ?
- MEJORA LA CALIDAD DE TU TRABAJO. Decir «no» te llevará a seleccionar aquellos proyectos que realmente significan algo para ti y los disfrutarás. Energía, pasión y dedicación nunca te faltarán, lo que se traducirá en resultados de más calidad. La consecuencia más evidente es que, con el tiempo, te será más fácil acceder a proyectos de más nivel y presupuesto.
- CONSTRUYES RELACIONES FUERTES Y DURADERAS. Si estableces límites claros y coherentes desde el principio, construirás relaciones más sólidas, honestas y duraderas con tus clientes. Este tipo de comunicación puede parecer algo brusco y poco comercial, pero cuando un cliente entiende que valoras tu tiempo y tu trabajo, es más probable que respete tus decisiones y se sienta en mano de un auténtico profesional que sabe lo que hace.
- GESTIONAS TU TIEMPO Y TU VIDA. A menudo este aspecto se pasa por alto, porque tu objetivo es avanzar lo más rápidamente posible en tu carrera. Y eso es un error muy grande (hablo por experiencia, créeme). Aprender a decir «no» tendrá un impacto positivo en tu calidad de vida. Poder gestionar tu tiempo te permitirá conseguir un equilibrio saludable entre vida personal y profesional.
ENCONTRAR EL EQUILIBRO ENTRE NO Y SÍ
Todos necesitamos pagar las cuentas, y los gastos parecen no terminar nunca. Decir «NO» no significa que tengas que rechazar todos aquellos trabajos de no sean ideales.
En lugar de eso, hay que establecer una línea muy clara de lo que es aceptable, y lo que no. Y mantenerse firmes.
Este equilibrio es lo que te permitirá desarrollar una carrera satisfactoria, con un buen compromiso entre el beneficio económico, tu vida personal y calidad del trabajo.
Si quieres algunos consejos, aquí van:
- DEFINE LÍMITES. Establece un límite de cuantos proyectos menos atractivos estás dispuesto a aceptar en comparación con los que realmente te motivan. Define también unos niveles de precios mínimos por tipo de trabajo (es decir, por muy interesante que sea un proyecto, si el presupuesto no llega al valor mínimo que has establecido como aceptable, entonces es un NO, aunque duela). Esto te permitirá tener un buen balance entre creatividad y seguridad financiera.
- RECUERDA QUE NO ESTÁS SOLO. Colaborar y afianzar tu presencia en la comunidad fotográfica local es un paso fundamental en el desarrollo de tu carrera. Si consideras que un proyecto no es adecuado para ti, pero crees que puede serlo para otros, no dudes en referir a otro fotógrafo. Establecer un ambiente de respeto y cooperación con los demás profesionales ampliará tus horizontes.
- VALORA PERIÓDICAMENTE TUS DECISIONES. Pregúntate cómo te sientes con respecto a los proyectos que has realizado. Esto te ayudará a tomar decisiones aún más acertadas en el futuro.
CONCLUSIONES. ¿QUÉ SACAMOS DE TODO ESTO?
Aprender a decir «NO» no significa perder oportunidades, más bien abrir el camino para el conseguimiento de trabajos que realmente aportan valor a ti y tu marca.
Establecer límites razonables es fundamental para mantener calidad y pasión en tu trabajo creativo.
En última instancia, el objetivo es crear una carrera fotográfica que no solo sea sostenible económicamente, sino que también impacte positivamente en tu calidad de vida y satisfacción personal.